Me ha parecido de lo mas interesante este artículo así que os lo resumo un poquito porque es un poco extenso para ponerlo tal cual.
Si alguien está interesado en tenerlo completo, me lo dice y se lo envio al correo.
Consumir alimentos que aparecen en la Lista de Alimentos no significa seguir una DSG estricta.
La mayoría de las familias piensan que los productos que aparecen en la Lista de Alimentos no contienen nada de gluten, pero “cero gluten” es una utopía que sólo es posible conseguir en alimentos naturales que no han sido elaborados ni transformados como verduras, hortalizas, legumbres, frutas, huevos, carne, pescado, etc. De hecho, la Reglamentación actual permite que los productos alimenticios etiquetados como “sin gluten” puedan contener hasta 20 ppm de gluten (20 mg de gluten/kg de producto). La Lista de Alimentos que los socios utilizan para hacer la compra y que edita la FACE no se llama “Lista de Alimentos sin Gluten” sino “Lista de Alimentos Aptos para Celíacos” y el motivo es que los productos que aparecen en dicha publicación pueden contener hasta 20 ppm de gluten, excepto los productos que están certificados por la Marca de Garantía Controlado por FACE que pueden contener como máximo 10 ppm de gluten. Lógicamente si nuestra dieta se basa en productos elaborados que pueden contener estas cantidades de gluten y abusamos de los mismos, poco a poco estas pequeñas cantidades de gluten se van acumulando y esto impide que muchos celíacos alcancen la mejoría esperada con la DSG que creen estar siguiendo.
Hace unos años, los celíacos hacían una DSG muy estricta, y eran muy pocos los pacientes que no mejoraban. Su dieta se basaba fundamentalmente en alimentos naturales y de forma excepcional consumían algunos productos elaborados. Sin embargo, en la actualidad los celíacos suelen hacer la compra en supermercados con marcas blancas que etiquetan sus productos como “sin gluten”. Al comprar en este tipo de supermercados el celíaco, sin darse cuenta, va incorporando cada vez más productos elaborados en su dieta, incluyendo en su compra semanal todo tipo de embutidos y derivados cárnicos, salsas, postres lácteos, conservas, cubitos para caldos y caldos preparados, cremas, aperitivos, golosinas, helados y otra serie de productos que el celíaco no debería consumir con frecuencia.
Una correcta DSG es aquella que está basada, en alimentos que en su estado natural no contienen gluten. La Lista de Alimentos es una herramienta para utilizar con ciertos productos y en ciertas ocasiones.
• Llevar una dieta lo más natural posible, basada en alimentos frescos y naturales que en su origen no contienen gluten.
• Sólo consumir productos especiales sin gluten certificados por la Marca de Garantía Controlado por FACE. No comprar productos elaborados a partir de maíz, arroz, quinoa, trigo sarraceno, etc. sin esta certificación.
• Evitar los productos a granel, artesanales o sin etiquetar.
• Siempre que sea posible elaborar los caldos, fondos, salsas y purés caseros.
• Limitar el consumo de embutidos y productos cárnicos.
• Las opciones seguras son el jamón curado, la cecina y el jamón cocido de calidad extra.
• Optar por la carne fresca, sin adobar, sin ahumar y sin rellenos.
• Acudir a la carnicería para que nos piquen la carne en el momento, en lugar de comprar las bandejas con la carne ya picada
• Evitar las hamburguesas y albóndigas ya preparadas.
• Utilizar las conservas de pescado al natural o en aceite, y evitar las que venden en escabeche o con salsas.
• Comprar los quesos tradicionales y rallarlos o lonchearlos en casa.
• Elegir como aperitivo las patatas fritas clásicas envasadas (ingredientes: patata, aceite y sal), frutos secos crudos y los encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebolletas, etc).
• Evitar otro tipo de aperitivos como patatas fritas con sabores, gusanitos, ganchitos y similares.
• Escoger los caramelos, chupachups y piruletas duros, en lugar de los blandos, tipo gominolas o con rellenos y NUNCA a granel.
• Comprar las especias naturales envasadas, en rama, en grano o en hebra, mejor que molidas.
• Alternar en las ingestas de media mañana y meriendas: zumos, frutas frescas y desecadas, yogures, quesos, batidos caseros, frutos secos, bocadillos (con pan sin gluten) de queso o jamón curado o cocido extra, etc.
• Como postre optar por la fruta fresca, en almíbar o desecada, yogures naturales, cuajadas frescas y postres caseros. Dejar los postres lácteos preparados tipo flanes, natillas, mousses, quesos frescos de sabores, helados, etc. Para ocasiones puntuales, no a diario.
• Al hacer la compra desconfiar de productos enriquecidos, con añadidos, con rellenos, con salsas, con sabores o muy elaborados, es decir TODO cuanto menos elaborado, mejor.