Son unas galletas que me gusta mucho hacer en esas tardes de invierno en las que no se puede salir de casa, y apetece merendar un chocolate con algo. Lo bueno es que aguantan casi una semana si se guardan en un envase bien cerradito (eso si las escondo, porque si no vuelan). De hecho la foto la he hecho al poco rato de sacarlas del horno, y ya casi no me quedaban...
Ingredientes:
- 1 tacita de las de café de nata líquida (sin montar).
- La misma cantidad de aceite de oliva.
- Igual cantidad de azúcar.
- Harina (he usado Beiker).
- Algunas las he rellenado con mermelada de naranja (hacendado).
Elaboración:
Con todos los ingredientes, se hace una masa. No tengo muy claro la cantidad de harina que lleva porque las hago un poco a ojo. Simplemente la masa debe quedar un poco dura.
Se estira con un rodillo y se les da forma (grosor mas o menos de 0,5 cm). Si no tenéis moldes podéis darle la forma a mano o con una tacita. Para las rellenas, la parte de arriba lleva un agujerito que he hecho con un dedal de coser. Una vez hecha la forma, se ponen en la bandeja de horno forrado con papel para que no se peguen y se espolvorea con azúcar.
Hornear a fuego medio (unos 180 ºC) hasta que tomen color.
A algunas de ellas les he puesto fideos de colores (marca mandarín del mercadona), y otras las he rellenado con mermelada (las he probado con chocolate, y no me han gustado tanto).
En ocasiones, sustituyo parte de la harina por almendra molida, o le añado cacao en polvo.
También se puede dejar la masa mas finita y hornearlas mas tiempo de forma que quedan unas galletas mas duras tipo María.
